domingo, 13 de marzo de 2011

Terremoto en Japón

No he dejado de ver la cantidad de información que círcula sobre dicho fenómeno en todos los medios de comunicación.
Corren imágenes, videos, mapas... una ola que inunda cual tsunami, poco se ve en realidad de la cultura de protección civil que tiene esa sociedad. Se busca divulgar aquel vídeo, aquella imagen que muestre la desolación, el terror y la angustia de los pobladores, corren noticias sin confirmación, especulaciones sin evidencia, todo con un afán de tener la mejor nota.
Y ahí salimos corriendo los Mexicanitos dispuestos a donar inmediatamente lo que tengamos o no, sin antes pensar siquiera en si Japón lo va a requerir en este momento. Ya se divulgaban centros de acopio sin base ni fundamentos y ya renacía nuestro sospechosismo de tantas otras ocasiones en que había donaciones que no sabíamos si llegaban a su destino.
Lo más grave es que vemos el territorio de nuestro vecino temblar y no nos ponemos a pensar en tantos errores de ingeniería o arquitectura que hay en nuestras ciudades, ¿observaron en esas imágenes la cantidad de plafones que se liberaban con el movimiento? Yo conté uno, ¿Cuántos plafones y paredes falsas en nuestros edificios se caerían? ¿cuántos libreros, archiveros y demás artículos nos bloquearían el paso al momento de salir de nuestros edificios?
Lo primero que me vino a la mente fue el único recuerdo que yo tengo de un terremoto, una niña (ahora mujer) gritando histérica y totalmente paralizada mientras las bancas del salón se movían y nadie podía hacerla caminar. Cuántos como ella hay aún en esta ciudad amenazada por su situación geográfica? Si les digo, Yo no volveré por una o uno así.
¿Sabemos desalojar un edificio con calma? Pero no lo hagan fácil a las 11 de la mañana, ¿Cuántas de sus oficinas han realizado un simulacro de noche, o con pisos húmedos por lluvia? Pocos o casi ninguno verdad. Nosotros realizamos este simulacro y fue sorprendente, eso sin considerar que el sonido de la maquinaria en movimiento es escalofriante. Nunca faltó aquel que iba jugando y riéndo por el simulacro.
¿Sabemos si nuestro compañero es alérgico a algo, tiene algún problema cardiaco o cualquier síntoma físico que debamos conocer en caso de emergencia?
¿Tenemos un plan de movilización en la familia para un caso extremo de terremoto, inundación, explosión o algo parecido?
La mayoría de las respuestas es NO... pero lo triste es que la Protección Civil esta en pañales en nuestra sociedad, y se que a nivel gobierno contamos con unos planes de contingencia que brillan de bonito, pero ¿cuáles son tus planes a nivel personal?, esos que te ayudan a salvar tu vida y las de otros.
Piensa y entonces te preocuparás más por lo que no pasa en este México, antes de lo que pasa en Japón.

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