Nunca imaginé cuanto iba a cambiar con esos eventos, siempre tuve un dejo de seriedad, le guardaba respeto a las personas de edad, a las jerarquías, a todo. En la primera copa, todo eso se perdió, las pruebas fueron rudas, aún se me recuerda como la niña que detuvo todo un autobus y no dejó subir al dirigente de un país Europeo, ya que debía una noche de una habitación.
La convivencia con gente del ciclismo, conocerlos con el esfuerzo que le ponen a ese deporte no hizo más que adentrarme en un mundo donde nunca faltan las ruedas, los músculos, los ojos bonitos... Ah! perdón, el amor al deporte y a diferencia de lo que muchos buscan, el esfuerzo por sobre los dopajes.
Lo que más me encantaba es que todo el mundo ponía por momentos sus ojos en un velódromo mexicano, las aventuras que nos hacía pasar el loco clima del país y al final de esos momentos, de esos días, México llenaba de calor a los participantes, más de uno se convertía en el ídolo de las masas ciclistas. Más de uno se quedaba con ganas de vivir y practicar el deporte en este país. Ay que tiempos don Susanito, hoy solo quedan velódromos vacíos, personas que como yo, amamos ese deporte. aquellos que nos emocionamos al ver ganar a una Mexicana en el Velódromo de Atenas... aunque también nos emocionamos al ver ganar a la escuadra española, a la chica de Nueva Zelanda y a la pareja Holandesa.
Cuantas horas y horas pasábamos platicando sobre el asunto Irma y Yo, cuanto soñábamos con que se volviera a repetir, cuanto, cuanto, cuanto pasará para que esos tiempos de ciclismo regresen.
El ciclismo mexicano esta hundido en un estancamiento de fondo y forma, no se ve claro si en alguna de todas las ramas podremos ser competitivos... peor aún, en el mundo aún hay gente que recuerda que somos buenos en algunas áreas y nosotros seguimos defraudando a México y al Mundo.
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